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Entrevista a Andrea Zumar, Vicepresidente de CASMU

La Dra. Zumar nos recibe de puertas abiertas, recién llegada de su consulta en la policlínica de Paso de la Arena. Con voz serena, pero mostrando compromiso con cada acción que realiza, nos cuenta sobre su elección por la medicina como carrera profesional y los desafíos de gestión que ha asumido.

¿Qué hizo que eligiera la medicina como profesión?

¡Qué linda pregunta!

Creo que nunca me cuestioné por qué la elegí. Yo decidí ser médica cuando estaba en segundo o tercero de liceo (ahora no recuerdo bien el grado). En ese programa tuve que estudiar todo el cuerpo humano y allí me fascinó. También realmente tengo la concepción de la medicina (y creo que pesó más eso que cualquier otra cosa) como vocación de servicio. La ayuda, el poder “hacerle la diferencia” a la persona con la atención médica. Incluso hasta en patologías que capaz no podés curar, o no las podés eliminar, pero dando una mano, ayudando, agilizando, generando un vínculo, sosteniendo… le haces la diferencia en la vida a una persona.

A mí me gusta mucho ayudar y creo que mi opción por la medicina viene por ese lado

¿Notó algún cambio en la construcción de la profesión del médico, desde el momento en que comenzó a trabajar y la actualidad?

Comencé a trabajar a comienzos del 2009 y siempre me desempeñé en Emergencia. Soy emergencista y me gusta ese rol, en especial la parte del vínculo que se genera, sobre todo cuando se va a las emergencias reales. En ese instante se produce un vínculo brutal, porque la vida del paciente está en tus manos.

Por otro lado, hace muy poco comencé a hacer policlínica y uno de los temas que veo es el de la tendencia hacia  la “subespecialización”. Esto es cada vez es mayor, porque ahora por ejemplo, el traumatólogo ya no es el traumatólogo general, sino que vas al traumatólogo de pie, o el traumatólogo de rodilla… entonces la subespecialización, yo creo que va alejando cada vez más al paciente del médico.

Sin embargo, en la policlínica, lo que me pasa es que mucha gente va para pedirte el “pase” y de pronto se encuentra que vos le resolvés el problema y se queda como “descolocada». Obviamente que los pacientes, a los cuales les ofrecés una atención integral, quedan fascinados, agradecidos… Yo hago la policlínica Paso de la Arena, imagínese lo bueno que es para el paciente no tener que ir hasta el centro de la ciudad y que en la cercanía de su domicilio tenga resuelta su atención integral. A veces te dicen “¿Pero esto no era para dermatólogo?” y no necesariamente.  El concepto de la subespecialización, ha alejado el vínculo entre médico y paciente

Ahí es importante la vinculación entre la medicina como concepto bio-psico-social y el aspecto educativo, comunitario, todo el proceso de lo que sucede previamente a la llegada al médico

Hablando directamente de su rol de Vicepresidente ¿Cuáles son los principales avances que visualiza en estos últimos años en el CASMU?

Lo que siempre digo es que fueron tres “vertiginosos” años, porque apareció el COVID y todo el plan de gestión que teníamos armado, a los pocos meses, tuvimos que darle un vuelco y las prioridades pasaron a ser otras. Por ejemplo, en un momento, lo urgente pasó a ser conseguir TNT para hacer los equipos de protección personal y que no le falten a nadie. Fueron tres “vertiginosos” años.

Si me pregunta cómo evalúo al CASMU hoy con respecto a hace un poquito menos de tres años, yo creo que globalmente está mejor. ¡Está mucho mejor!

Está mejor posicionado y tiene un reconocimiento de marca que antes no lo tenía. Destaco particularmente lo que hemos hecho con la Emergencia Móvil 1727, que hasta hace tres años la gente prácticamente no la identificaba como una marca de Emergencia Móvil, sino que era meramente la “urgencia del CASMU”.

Estamos posicionados a nivel nacional, a nivel internacional y estamos llegando en forma sistemática al interior del país (que era un lugar donde no teníamos presencia).

Por supuesto que faltan cosas, porque dos años y medio (aunque no hubiese estado la pandemia) es un lapso de tiempo muy corto para cambiar la mirada o hacer un giro de 180 grados, como lo tendríamos que haber hecho en la institución; pero globalmente, entre el posicionamiento de marca, las mejoras de gestión y el desarrollo de la responsabilidad social empresarial (que antes tampoco se desarrollaba), creo que estamos mejor.

Si nos imaginamos el CASMU en 10 años para adelante ¿Cuáles serían los principales desafíos que deberíamos asumir como institución?

El principal desafío es lograr que la medicina sea humanizada y que esté al lado del paciente.

¿Qué me imagino dentro de 10 años? Me imagino una prevención primaria donde nosotros nos anticipemos al paciente, donde se vuelva a que este tenga el contacto directo y ágil con el médico. Que pueda acercase a él, por ejemplo cuando le duele la cabeza tres días seguidos y esto lo preocupa, que logre llegar a su médico de referencia y este se lo pueda solucionar.

Apuntamos a que esta cercanía sea extensiva a cualquier patología… Al paciente le sale un lunar y se preocupa, entonces tiene que tener una respuesta rápida de la institución y eso se logra a través de una atención integral.

La clave es el médico de familia, en el mejor de los conceptos, que implica el conocimiento integral del paciente y su entorno. El médico de familia tiene que conocerte a vos, quiénes eran tus padres, si tenés hijos, dónde vivís… La visión integral de la salud significa conocer a cada uno de nuestros pacientes o usuarios en todo su entorno y trabajar en él.

¿Qué rol ocupan las nuevas tecnologías en este proceso?

Las nuevas tecnologías ayudan. Si yo tengo, como médico, por ejemplo informatizada la fecha en que tú te hiciste el PAP, se permite que para una paciente que deba realizarse de nuevo ese estudio, surjan alertas que comuniquen tanto al profesional como a la usuaria. Esto ahorra tiempo y fortalece en enfoque preventivo de la medicina.

Ya pasó el tiempo donde un médico (sin dudas con gran compromiso humano) tenía anotados en un “cuadernito” las características y la evolución de sus pacientes. La informatización facilita y acerca los procesos de comunicación y prevención.

Los pacientes, antes, se llevaban “los papelitos” con los informes. Entonces, al año siguiente vos le tenías que decir “¿Tenés los análisis? A ver cómo te habían salido…” Eso no existe más. Ahora está todo en la historia clínica.

¿La telemedicina cumple algún rol?

Yo creo que la telemedicina vino para quedarse. Primero que nada, podemos llegar al paciente que tiene escasa movilidad, que antes no lo veíamos o lo visitaba alguien en domicilio. Ahora lo podemos contactar en forma más directa y ágil.  También podemos atender al interior del país, sobre todo al interior más profundo.

Como madre y médica ¿cómo ve la articulación entre educación, salud y familia?

Los extremos de la vida, tanto los niños como los adultos mayores, son los actores más vulnerables del sistema de salud.

Para los niños es un desafío muy grande y está comprobado que cómo vivan los primeros años de la infancia, influye en el desarrollo integral de cada individuo, incluso de las capacidades cognitivas y emocionales. Así que es muy importante todo el sostén de la primera infancia.

También es importante trabajar con la familia. El abordaje de la salud en un niño es imposible que sea una tarea aislada. Se incluye a los padres, a quienes conviven con él, pero también a quiénes lo cuidan. Un ejemplo claro: si un niño tiene diabetes, el cuidado de su alimentación y la información sobre esta enfermedad, debe incluir por supuesto al paciente, pero también (y fundamentalmente) a los padres, a los abuelos y al conjunto de personas que lo cuidan.

¿Algo más que quieras compartir con la comunidad del CASMU?

 Destaco el enorme desafío que han sido estos años de gestión, donde vemos una mejoría global del CASMU y apostamos a seguir trabajando por las mejoras necesarias. Tuvimos el COVID y quizá eso hizo que algunos cambios planificados se hayan tenido que redireccionar, pero aunque no hubiera habido COVID, nadie hace cambios estructurales en solo dos años y medio. Destaco que tenemos el compromiso y el trabajo del Consejo Directivo, pero también de todos los equipos (gerentes, funcionarios, médicos, administrativos), que nos hemos puesto el trabajo sobre los hombros, durante todas las horas, para cambiar y mejorar en todos los detalles que nos faltan.

Nota: Juan Pedro Mir.